La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) certificó que las “ventajas de la vacuna AstraZeneca son mucho mayores que los riesgos", aunque confirma que ha hallado "un posible vínculo" entre la administración de sus dosis y la aparición de coágulos o trombos sanguíneos (como efectos adversos raros). Por su parte, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han acordado administrar (en el Consejo Interterritorial) la vacuna contra el coronavirus desarrollada por AstraZeneca sólo a las personas entre 60 y 65 años. Ante esta información y para evitar complicaciones, el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) recomienda a todas las personas que se vayan a vacunar o se hayan vacunado recientemente con dosis de AstraZeneca vigilen los síntomas físicos y solicitar atención sanitaria cuando se sufra alguno de los supuestos descritos por los especialistas como graves.
Desde la EMA, que ha confirmado que seguirá monitorizando y evaluando los posibles efectos de AstraZeneca, se consideran síntomas graves la visión borrosa o doble, dificultad para respirar, aparición de múltiples y pequeños hematomas en la piel (color rojo o violáceos), dolor de pecho, dolor en un brazo o una pierna, dolor de cabeza intenso y persistente o que empeora pasados tres días de haberse vacunado.
El presidente del CECOVA, Juan José Tirado, aconseja “cuando aparezca alguno de estos síntomas, acudir al centro de salud y explicar al personal sanitario los indicios para que lo notifiquen al sistema de vigilancia de los efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca”. Si la reacción fuera de carácter leve también puede hacerse constar de manera telemática a través del enlace http://www.notificaram.es/, donde se remite a un formulario electrónico para notificar sospechas de reacciones adversas a medicamentos del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFV-H).
Para la Agencia Europea del Medicamento existen diferentes revelaciones que permiten advertir las dolencias tras haber recibido la dosis de AstraZeneca, como un especial dolor de cabeza que se distingue de un dolor de cabeza normal porque es súbito, se puede localizar en un lado de la cabeza, suele interrumpir el descanso nocturno, empeora si nos recostamos o al hacer ejercicio y va progresivamente empeorando. Además, no mejora con los tratamientos habituales.
En los casos en los que aparezcan síntomas leves (sensibilidad, dolor e inflamación en la zona del pinchazo, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular y de las articulaciones o náuseas) no es necesario acudir a los centros de salud porque se atenúan a los pocos días. Sólo en los casos más persistentes, los expertos de la EMA recomiendan consultar al personal sanitario para evitar las contraindicaciones o remediarse con analgésicos como paracetamol.
Se debe recordar que hace unas semanas el Gobierno decidió paralizar su administración tras detectar que podía producir trombos. España siguió el ejemplo de otros países europeos como Italia o Francia, que suspendieron la vacunación por esta misma razón. En la Comunidad Valenciana coincidió con el turno del personal docente y muchos de los que habían ido a vacunarse se enteraron en ese preciso momento de la noticia y tuvieron que volver a casa.
El Gobierno decidió reanudar la vacunación con AstraZeneca en base a que el beneficio de la vacuna frente a Covid-19 de AstraZeneca en la prevención de hospitalización y muerte por COVID-19 es superior al posible riesgo de aparición de estos acontecimientos tromboembólicos muy poco frecuentes.
La directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke, asegura que tras analizar “en detalle con un grupo de revisión ad hoc” los 62 casos de trombos de senos venosos cerebrales y los 24 de trombosis venosa abdominal, 18 de ellos con resultado de muerte, determinan que se trata de “efectos secundarios muy raros” y que “el riesgo de mortalidad derivado del Covid-19 es mucho mayor que el riesgo de mortalidad por estos efectos secundarios”.
De igual modo, la presidenta del PRAC, la Dra. Sabine Straus, aclara que hasta el cuatro de abril se han reportado 169 casos de trombos cerebrales y 53 de trombos abdominales “en varias decenas de millones de personas vacunadas” en la Unión Europea y en el Reino Unido. Concretamente, han recibido esta vacuna unos 34 millones de personas: “Todo esto no cambia nuestra recomendación tras un intenso debate: son efectos secundarios muy extraños de la vacuna”, ha insistido, para concluir que “las ventajas de la vacuna son mucho mayores que los riesgos”.