La importancia de la vacunación infantil para combatir la gripe, el rotavirus y la varicela, así como las claves para mejorar su administración. Esos fueron los dos ejes en torno a los que giró la segunda sesión de la Reunión Enfermería y vacunas para este otoño-invierno 2016-2017 del Grupo de Trabajo de Vacunaciones del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) celebrada en el Colegio de Enfermería de Valencia y que se retransmitió por videoconferencia a Alicante y Castellón.
María Garcés Sánchez, pediatra del Centro de Salud de Nazaret de Valencia, evidenció, aportando numerosos datos y conclusiones de estudios de diferentes países, la efectividad de las vacunas en la población infantil. En primer lugar, se centró en la vacuna del rotavirus, que antes de su administración "generaba más ingresos hospitalarios y casos graves". Además, se trata de un virus "que puede contagiarse durante una semana" y que suele ir asociado con la gripe, por su estacionalidad. Las dos vacunas para hacer frente a esta enfermedad, Rotateq y Rotarix, han demostrado "su capacidad para controlar los genotipos". Como prueba, un estudio desarrollado en Estados Unidos entre 2012 y 2013 que demuestra su efectividad en niños de entre 6 y 17 años, ya que descendieron significativamente las cifras de contaminados.
La pediatra aseveró que, aunque el síntoma más habitual del rotavirus es la diarrea, el virus está asociado a otras patologías, llegando a darse crisis convulsivas coincidiendo con la gastroenteritis típica que produce. "Aún queda mucho por saber del rotavirus pero cabe la posibilidad de que esté implicado en otras enfermedades".
Con respecto a la varicela, la experta alertó de que solo "la precocidad de su administración" consigue frenar esta enfermedad "que todo el mundo va a tener solo por el hecho de haber nacido". Y como prueba de ello, más datos y estudios. En Navarra, la incidencia se ha reducido un 94% en niños menores de 15 años. "La vacuna tiene un impacto importantísimo con las dos dosis que reducen la enfermedad casi en el 100%".
Por último, Garcés hizo hincapié en la importancia de vacunar a los niños frente a la gripe, ya que ellos son "los principales transmisores". "Si se corta en los niños, que pueden tansmitirlo durante el plazo de un mes, se corta en el resto de la población", aseguró. El virus de la gripe no solo es "muy complejo" sino que puede generar complicaciones, llegando a darse casos de muertes en niños sanos. En la actualidad, frente a la vacuna inactivada, existe la vacuna atenuada inhalada Fluenz que ya ha evidenciado su alta efectividad de protección en niños en varios estudios.
La pediatra también pidió a las enfermeras que no duden en vacunarse frente a la gripe y afirmó que es prioritaria una alta cobertura en este colectivo sanitario para evitar contagios a niños. Tras mostrar todos estos argumentos, lanzó la pregunta de por qué se sigue sin vacunar a los niños frente a la gripe.
No bajar la guardia
Por su parte, el coordinador del Grupo de Trabajo en Vacunaciones del CECOVA, José Antonio Forcada Segarra, inició su exposición resaltando que no hay que bajar la guardia en cuanto a las vacunaciones. "Si contamos con buenas tasas de cobertura, las enfermedades desaparecen. Pero si dejamos de vacunar, los microorganismos están ahí y van a volver si no se protege a la población frente a ellas", advirtió. Como ejemplos, el caso de difteria registrado en España, el brote actual de difteria en Venezuela o los brotes de sarampión en Estados Unidos. En este sentido, afirmó que los antivacunas "ponen en riesgo a nuestros hijos y a toda las sociedad".
Tras estas advertencias, Forcada ofreció las claves para mejorar la administración de las vacunas. En primer lugar, resulta "prioritaria" la formación de los profesionales para ofrecer "la mejor calidad en los cuidados". La falta de formación puede hacer incurrir en errores y albergar inseguridades. Así lo recoge el Código Deontológico de la Enfermería Española que, en cuanto al papel de las enfermeras en la sociedad, señala que se debe tener en cuenta su responsabilidad en la prevención de las enfermedades, el mantenimiento de la salud, la educación para la salud y la formación, administración e investigación en Enfermería, entre otros aspectos. También hace alusión a esta formación la Ley 44/2003 de ordenación de la profesión sanitaria.
Otra de las claves para mejorar esa administración pasa por educar a la población. "Es la base de la prevención de enfermedades y educación sanitaria y la promoción de la salud. En cada visita podemos concienciar de la importancia de vacunarse", recomendó Forcada.
En tercer lugar, la recomendación también es vital. "Debemos informar sobre las vacunas, indicando las situaciones de cada una de ellas. Aquí hay que resaltar que es una recomendación no una prescripción". El cuarto pilar que completa estas claves es mejorar la praxis.
El coordinador del Grupo de Trabajo en Vacunaciones del CECOVA desarrolló los aspectos importantes de la administración de las vacunas, ya que en estos momentos disponemos de vacunas inyectables, orales e inhaladas, que requieren de una técnica y conocimientos diferentes en su administración. También recordó que las vacunas siempre deben ser administradas por profesionales sanitarios preparados para atender una posible reacción adversa que puede ser grave.
La próxima sesión enmarcada en esta iniciativa de formación continua en vacunas se celebrará el 25 de enero de 2017 y versará sobre los calendarios de vacunación del adulto y la vacunación frente a la neumonía bacteriana.