El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) quiere salir al paso de la información difundida desde el Consejo de Colegios Médicos Valencianos (CCMV) en contra de la Guía para la indicación, uso y autorización dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica de enfermeros/as: infección de tracto urinario inferior no complicada en mujeres adultas.
En este sentido, desde el CECOVA se quiere destacar la capacidad de indicación de medicamentos y, en el caso de las guías validadas, de prescripción por parte de las enfermeras y enfermeros, lo que no es una idea nueva ni ajena al marco legal español y se recuerda que la Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) establece un marco claro que otorga a las enfermeras competencias propias y autónomas dentro de su ámbito de actuación, reconociendo la importancia de la profesión enfermera en la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud, así como en la prevención de enfermedades y discapacidades, otorgándoles la autonomía necesaria para tomar decisiones basadas en su formación y experiencia profesional, incluyendo la capacidad de evaluar, diagnosticar y prescribir tratamientos dentro de su competencia.
Junto a ello, el Real Decreto 954/2015 refuerza esta autonomía, regulando específicamente la prescripción enfermera y permite a las enfermeras y enfermeros acreditados la posibilidad de indicar, usar y autorizar la dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica, siempre y cuando se sigan las guías y protocolos establecidos.
A ello se une, entre otras, la Resolución de 9 de agosto de 2024, de la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud, por la que se valida la Guía para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las/los enfermeras/os: infección de tracto urinario inferior no complicada en mujeres adultas.
Beneficios para el sistema y el paciente
La evidencia sugiere que las enfermeras, gracias a su formación específica y su proximidad al paciente, están en una posición privilegiada para identificar necesidades de tratamiento y prescribir de manera eficiente. Esta capacidad no solo mejora la experiencia del paciente, sino que también contribuye a un uso más racional de los recursos, disminuyendo la sobrecarga de los médicos y aumentando la capacidad del sistema para responder a las demandas de salud de la población garantizando que los pacientes reciban el cuidado que necesitan de forma más ágil.
Por tanto, las manifestaciones del Consejo de Colegios Médicos Valencianos se basan en una interpretación restrictiva de la ley y en un enfoque tradicional que no refleja la evolución de la práctica sanitaria moderna.
En un mundo donde la salud y el bienestar son más importantes que nunca, la figura de la enfermera emerge como un pilar esencial para construir un sistema sanitario más humano, accesible y eficiente. En España, el debate sobre la prescripción enfermera no es solo una cuestión de competencias profesionales; es una llamada a transformar la atención sanitaria en beneficio de todos. Las enfermeras, con su cercanía al paciente y su formación específica, están en una posición única para liderar esta evolución hacia un cuidado más integral y coordinado y no como se refleja en algunas opiniones la suplantación de otro rol que no nos corresponde.
Actualmente, el sistema sanitario español enfrenta desafíos significativos: un envejecimiento de la población, un aumento de las enfermedades crónicas y una presión constante sobre los recursos disponibles. En este contexto, la capacidad de prescripción de las enfermeras representa una evolución innovadora y necesaria para reducir la fragmentación asistencial y mejorar la continuidad del cuidado.
La experiencia de países como Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y Australia, donde la prescripción enfermera es una realidad consolidada, demuestra que esta práctica no solo es segura, sino también beneficiosa para los sistemas de salud y, sobre todo, para los pacientes. Estos países han visto cómo las enfermeras prescriptoras pueden reducir tiempos de espera, mejorar la gestión de enfermedades crónicas y liberar a los médicos para que se concentren en casos más complejos.
No hay que olvidar que, de los grados universitarios de Medicina, Enfermería, Odontología y Podología, el grado de Medicina es el que más asignaturas relacionadas con farmacia o farmacología tiene. Le sigue el grado de Enfermería y luego Odontología y Podología. En este sentido, en el grado de Enfermería nos encontramos la siguiente formación específica:
- Farmacología: Los programas de Enfermería incluyen asignaturas de farmacología enfocadas en la administración segura de medicamentos, sus efectos en el cuerpo, y la comprensión de las reacciones adversas.
- Cuidados Farmacológicos: Implica la administración de fármacos y monitoreo de los pacientes, asegurando la eficacia y seguridad del tratamiento.
- Terapéutica: Aborda el uso de medicamentos en el manejo de enfermedades, con énfasis en la Enfermería.
Por ello, es hora de avanzar hacia un modelo de atención más eficiente y accesible, donde las enfermeras puedan contribuir plenamente a la salud de la población, siempre en colaboración con otros profesionales de la salud, y bajo un marco legal y ético que garantice la seguridad y el bienestar de los pacientes y de los propios profesionales, y para ello no es necesario generar rencillas infructuosas entre nuestras dos profesiones, ya que de lo que trata el legislador es de evitar la fragmentación asistencial y de cuidados que sufre nuestra sociedad.
Foto: Banc Imatges Infermeres. Autores: Ariadna Creus y Ángel García