Como cada 1 de diciembre tuvo lugar la celebración del Día Mundial del Sida. Establecido en 1988, el Día Mundial del Sida fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo y desde entonces las agencias de las Naciones Unidas, los gobiernos y la sociedad civil se reúnen cada año para luchar en determinadas áreas relacionadas con el VIH.
Este año llegó en un contexto de pandemia que está afectando de forma significativa a las condiciones de acceso a los sistemas de salud, lo que hace aún más vulnerables a quienes padecen una enfermedad como el sida.
Por ello, desde el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) se quiso reivindicar la figura de los profesionales de Enfermería para liderar la atención a los enfermos de sida ante los efectos que la pandemia está teniendo en el funcionamiento de los sistemas sanitarios con el fin de que esta no se vea mermada. Sobre la atención a los pacientes con sida, el CECOVA recuerda que los profesionales de Enfermería “cubren las necesidades que el enfermo no puede cubrir por sí solo, prestándole el soporte psicológico, físico y emocional que necesita, evitando posturas de rechazo o de sobreprotección, con lo cual se debe buscar una aproximación al paciente y una aproximación a la familia”.
El Día Mundial del Sida sigue siendo tan importante hoy como cuando empezó, y continúa recordando a la sociedad y a los gobiernos que el VIH no ha desaparecido. A día de hoy, tal y como recuerda ONUSIDA, es fundamental aumentar la financiación para la respuesta al sida. También es esencial que la sociedad en su conjunto tome conciencia de cómo el VIH afecta la vida de las personas, para que de este modo podamos poner fin al estigma y la discriminación, y consigamos mejorar la calidad de vida de las personas que viven con el VIH.