Las enfermeras desarrollan un rol clave en el proceso de eutanasia, pero es necesaria la elaboración de políticas éticas institucionalizadas que definan dicho papel de manera explícita y ofrezcan apoyo a las profesionales en la atención del paciente terminal que solicita la ‘muerte dulce’. Una opinión generalizada que fue la tónica durante VIII jornada de la Comisión de Ética y Deontología “Las enfermeras ante la aplicación de la Ley de Eutanasia”, organizada por el Consejo General de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA).
Entre las conclusiones de la jornada se destacó además que la asistencia durante la muerte supone un dilema ético para las profesionales de Enfermería. No en vano, existen opiniones favorables y desfavorables por parte de las enfermeras y enfermeros frente a la eutanasia. La religión, la edad, la cultura, la ley, la especialidad, el código deontológico, la filosofía de vida y la experiencia son factores que influyen en las actitudes de las enfermeras cuando deben participar en los procesos de aceleración de la muerte.
En las charlas, moderadas por la presidenta de la Comisión de Ética y Deontología del CECOVA, Maribel Castelló, e inauguradas por el presidente del CECOVA, Juan José Tirado, se abordaron las diferentes perspectivas que afectan a las enfermeras en la eutanasia. Especialmente, tras la publicación, el pasado 25 de marzo en el Boletín Oficial del Estado de la Ley Orgánica 3/2021 de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia. Una legislación no exenta de polémica por las múltiples derivaciones morales.
A pesar de los diferentes puntos de vista, los asistentes aceptaron como consenso generalizado que la puesta en marcha de la "Ley de la Eutanasia" no debe alterar la función de la enfermera que debe seguir centrando sus esfuerzos en proporcionar, tanto a afectados como a familias, unos cuidados integrales y de calidad desde la continuidad en el proceso del final de la vida, adaptándose a las circunstancias de cada caso.
En cuanto a las intervenciones de los expertos, “La ayuda para morir, un nuevo derecho” fue el título de la presentación del presidente Federal de la Asociación Derecho a Morir Dignamente CV (DMD) Javier Velasco Laiseca. Por su parte, el profesor de Derecho Civil de la Universitat de València, José Pascual Fernández Gimeno, disertó sobre la “Responsabilidad legal de los profesionales de Enfermería ante la ley de eutanasia”.
El catedrático de Filosofía del Derecho de Universitat de València, Vicente Bellver Capella, abordó los “Aspectos Éticos y Deontológicos Enfermeros ante la ley de eutanasia”, y Soledad Giménez Campos, enfermera Área de UHD y Telemedicina del departamento de Salud La Fe precisó todas las cuestiones que surgen ante “La repercusión de la aplicación de la ley de eutanasia en la práctica enfermera”. Por último, cerró la jornada la enfermera y asesora externa de la C.E.D (CECOVA), Elena Ferrer Hernández, con un análisis sobre “La voz ausente de los profesionales de Enfermería en la elaboración de la ley”, en la que se reprochó a los legisladores que no se haya tenido en cuenta la asesoría de las enfermeras y enfermeros a la hora de definir la casuística en la legislación de la eutanasia.
Todos los ponentes incidieron en que la labor enfermera es crucial dentro del equipo de estos cuidados y se convierte en el nexo entre paciente, familia y resto del grupo terapéutico, participando de forma activa en todos y cada uno de los aspectos que conforman el proceso de morir.
En las intervenciones se destacó la misión de la enfermera/o como crucial a la hora de que todos esos requerimientos (en los últimos momentos de la vida de una persona) fueran, primeramente, identificados y, posteriormente, cubiertos a lo largo de todo el proceso. Para que los allegados vieran satisfecha su necesidad de información y disponer del conocimiento sobre el desarrollo de la enfermedad. Para saber en cada momento el desarrollo del proceso, los síntomas o los efectos secundarios de fármacos para reducir de forma significativa la tensión y ansiedad en el entorno.
En el tiempo de debate se cuestionó que se haya producido la aprobación de una ley para legalizar la eutanasia en determinados casos, sin que es cuente con otra que garantice el acceso a cuidados paliativos supone una incongruencia. Y se criticó que carece de lógic que un paciente tenga derecho y acceso a una solicitud de eutanasia mientras que impida acceder a unos cuidados de calidad al final de la vida.