Con motivo de la reciente celebración del XXXIV Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental en Murcia reproducimos esta entrevista publicada por la revista Rol de Enfermería a Francisco Megías-Lizancos, presidente de la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME), en la que analiza la situación de la especialidad y su actualidad.
Recientemente se ha celebrado en Murcia el XXXIV Congreso Nacional de Enfermería da Salud Mental. ¿Por qué el lema «Las enfermeras de salud mental y la exclusión social: hablando claro»?
Con este lema se pretendió discutir y poner al día actividades del trabajo enfermero, analizando situaciones estigmatizadoras para las personas usuarias de salud mental y sus familias, y hacer propuestas para evitar el estigma social de los mismas.
¿Qué objetivos se plantearon?
Quisimos remarcar las acciones positivas y cambiar aquellos aspectos que necesitan una acción de mejora, marcando también el futuro del hacer enfermero, en lo que las enfermeras tienen mucho que decir, porque son las profesionales que más tiempo están directamente con la población y porque son responsables de los cuidados desde una perspectiva global e integral de la persona y la familia, con aspectos biopsicosociales y espirituales. Se habló de valores para potenciar el respeto a los derechos humanos en los cuidados enfermeros. Además, y como marco institucional para este marco evolutivo, se propuso una revisión del sistema de salud encauzándolo hacia dar respuestas a los problemas sociosanitarios que presentan las sociedades modernas y que muchas veces conducen inexorablemente a la marginación.
¿Qué áreas temáticas destacaría del programa?
Las ponencias centrales tuvieron un gran interés. El primer día se fundamentaron en derechos y valores denunciando la marginación. El segundo se situaron en la actividad diaria de las enfermeras, haciendo crítica constructiva para la mejora. También hubo talleres con temática muy actual: la oratoria, la aromaterapia, la lectura terapéutica, etc. Y el tercer día se trataron propuestas para las distintas acciones de mejora en el sistema sociosanitario.
Hablando de la Enfermería de Salud Mental en España, ¿en qué momento se encuentra?
La situación es buena, si lo analizamos desde el punto de vista de la formación. Sin embargo, ello no tiene respuesta en el diario quehacer profesional, ya que en España no se termina de legislar para todas las comunidades autónomas el reconocimiento de la especialidad y la catalogación de los puestos de trabajo de enfermera especialista en salud mental. Algunas comunidades autónomas han legislado sobre este tema, pero la mayoría no, siendo inconcebible que se estén formando enfermeras especialistas desde hace más de diecisiete años y que luego estas enfermeras especialistas no sean contratadas como tales, con lo que supone de carga presupuestaria para el erario público. Estas enfermeras terminan siendo contratadas por meses, e incluso días u horas, en servicios que no tienen nada que ver con su formación. La desazón de las enfermeras especialistas en Salud Mental es grande y nosotros como Asociación seguiremos luchando por la puesta en marcha de la especialidad en todo el territorio estatal.
¿Cuál es el principal objetivo de la AEESME, o el objetivo más a corto plazo?
En parte se lo acabo de decir anteriormente. El desarrollo de la especialidad. Pero además estamos trabajando con cuatro comisiones permanentes sobre los aspectos metodológicos de la práctica enfermera, la deontología y las competencias generales que desarrollar. Otro objetivo es conseguir auditorías en las unidades multiprofesionales. Esto permitiría saber la situación actual y se podrían introducir las mejoras pertinentes. Seguiremos también extendiendo nuestra presencia en aquellos territorios en los que aún no tenemos delegación.
¿Qué secreto guarda usted para mantener viva la ilusión por esta profesión?
Le contaré que esta Asociación lleva cerca de treinta y cinco años trabajando por los cuidados enfermeros de Salud Mental y dignificar la atención a pacientes y familiares. Esto ha sido posible gracias al voluntariado: alumnos que colaboran en todas las actividades y profesionales que dedican gran parte de su tiempo a trabajar para la Asociación (escribiendo informes, haciendo estudios, atendiendo demandas, etc.). Todo ello ha sido paralelo a mi vida profesional y es el motor que me impulsa a seguir trabajando por esta Asociación, en la que fui alumno voluntario y ahora, por deseo de los compañeros y compañeras, presidente.