Formación insuficiente. Falta de profesionales en el equipo multidisciplinar. Limitación y exclusión de las enfermeras, médicos, psicólogos, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas del proceso de valoración de la dependencia. Son algunas de las deficiencias que el Síndic de Gregues de la Comunidad Valenciana acaba de hacer públicas en un informe tras una queja de oficio que abrió en abril. Se trata de una extensa y detallada resolución de 41 páginas en la que desgrana una tras otra las dificultades que presenta la valoración desde los Servicios Sociales de los ayuntamientos. Solo en la contextualización inicial del informe, la Sindicatura admite que "resulta indiscutible el beneficio que supondría" que dicha labor se realizara desde los servicios municipales, por su proximidad y conocimiento cercano de las necesidades de la ciudadanía". A partir de ahí expone todos los problemas y recomendaciones al Consell.
Pese a ello, la Conselleria de Igualdad dirigida por Mónica Oltra ha celebrado que la Sindicatura comparta que sean los Servicios Sociales municipales los que realizan las valoraciones de las personas dependientes, obviando así todas las deficiencias recogidas en la resolución y haciendo una burda manipulación de la realidad. El documento del Síndic de Greuges alerta de que el número de solicitudes atendidas con el programa piloto del Consell en la provincia de Alicante resulta desolador y resalta la preocupación y dudas existentes en los consistorios. Además, señala que la demora más significativa se registra en la resolución del Programa Individual de Atención (PIA), es decir, en la asignación de las prestaciones que supone un presupuesto.
Además, la resolución del Síndic da la razón a la reivindicación del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) de que las enfermeras estén presentes en los equipos de valoración de las personas en situación de dependencia. En concreto, alude a la Resolución de 4 de febrero de 2010 de la Secretaría General de Política Social y Consumo por la que se publica el Acuerdo del Consejo Territorial del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia que establece que los órganos de valoración deben estar formados por un equipo multiprofesional.
"La amplitud e integralidad de las funciones atribuidas a los profesionales valoradores de la dependencia hace recomendable (aunque no se exige normativamente) la multiprofesionalidad de la composición de los equipos. De hecho la propia norma lo reconoce al establecer como requisito de acceso preferente que los profesionales evaluadores tengan titulación de Medicina, Psicología, Terapia Ocupacional, Enfermería, Fisioterapia y Trabajo Social", recoge la resolución del Síndic.
Concluye, pues, que la medida del Consell tiende a asignar la función de valoración a los profesionales de los servicios municipales de atención a la dependencia, lo que "limita a la figura profesional del valorador a la titulación de Trabajo Social y excluye al resto de titulaciones contempladas en la normativa". Todo ello "imposibilita el enfoque multiprofesional que resulta imprescindible para una evaluación de calidad".
Ello supone un claro atentado contra la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, ya que impide a determinadas profesiones que tienen la capacidad reconocida tener las mismas oportunidades para la actividad de valoración de la dependencia en los equipos que la realizan.
Y es que, tal y como ha advertido el CECOVA en numerosas ocasiones, el actual modelo de gestión de la dependencia desarrollado por la Generalitat se basa en crear una red de profesionales que confiera a los ayuntamientos la potestad para la valoración y tramitación de los expedientes de personas en situación de dependencia. Para ello, se han comenzado a impartir cursos de formación a trabajadores sociales dejando de lado a las enfermeras con el anuncio de que el próximo año la Comunidad Valenciana dispondrá de 290 profesionales para tramitar las solicitudes.
Cursos "insuficientes"
También se refiere a ello el documento del Síndic que alerta de que estos cursos parecen "insuficientes" para garantizar que profesionales de una única disciplina obtengan los conocimientos necesarios para realizar evaluaciones de calidad. Matiza que la constatación de este hecho "no pretende poner en cuestión la profesionalidad y preparación de los trabajadores sociales". "Bien al contrario, se quiere destacar que la complejidad del trabajo a realizar requiere el concurso de profesionales formados suficientemente y en distintas disciplinas".
En esta línea se ha referido siempre el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana, que en todo momento ha dejado claro que no está en contra de la presencia de los trabajadores sociales en estos equipos, ya que su labor es válida y necesaria en este campo en su parcela competencial. A lo que sí se opone la Organización Colegial es a que estos realicen la valoración sanitaria de los dependientes, "ya que si no lo hacen nuestros profesionales lo tendrán que hacer otros y en ese caso ya se estarían realizando unas funciones propias de Enfermería y es donde se podría incurrir en casos de intrusismo".
Entre las recomendaciones finales del Síndic a la Conselleria de Igualdad destaca la de que "adopte las medidas oportunas para asegurar el carácter multiprofesional de los equipos de valoración constituidos por los servicios de atención a la dependencia de los ayuntamientos, más allá de su limitación actual al único Órgano de Valoración de la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas".