El Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (CECOVA) se unió a la celebración del Día Mundial de la Diabetes bajo el lema Ojo con la Diabetes y resaltó “la importancia de las enfermeras como educadoras para la mejora del tratamiento de las personas con diabetes. Profesionales de Enfermería que en su práctica diaria enseñan a los pacientes diabéticos a gestionar este problema crónico con el fin de evitar y retrasar al máximo las complicaciones que esta pueda generar en su salud”.
Para un mejor control de la enfermedad se hace necesario combinar varias medidas fundamentales llevadas a cabo por las enfermeras y de ahí su papel clave en el tratamiento de la diabetes: una correcta medicación, una buena alimentación basada en la dieta mediterránea y la práctica diaria de ejercicio físico.
Para evitar que la diabetes sea la cuarta causa de mortalidad entre las mujeres y la primera causa de amputación no traumática de los miembros inferiores en los países occidentales se debe aumentar el autocontrol y la prevención que ofrecen los profesionales de Enfermería entre mayores y pequeños.
Los datos del estudio Di@bet.es aportan cifras para enmarcar la situación: la diabetes tipo 2 afecta al 13,8% de la población en España y en la Comunitat Valenciana y en general es una enfermedad que afecta al 14% de la población adulta, lo que supone alrededor de 700.000 diabéticos, según el Estudio Valencia.
Por ello los profesionales de Enfermería alertan de la necesidad de controlar de manera eficiente y eficaz esta patología, ya que quien la padece tiene un riesgo 5 veces superior al del resto de la población de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Además, la esperanza de vida de la persona diabética que desarrolla una enfermedad cardiovascular se reduce entre 7 y 10 años.
En este sentido el CECOVA destaca que “en el caso de las mujeres diabéticas el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas es más alto que en los hombres”, toque de atención para que la mujer evite una vida sedentaria y mantenga, a lo largo de su vida, un control metabólico basado en un adecuado equilibrio dietético. Consejos básicos a seguir y que junto a una actitud positiva frente a la dolencia crónica ayudan a contrarrestarla.
Sentido de la Enfermería Escolar
La diabetes tipo 1 o infantojuvenil es la que más incidencia tiene en la infancia y adolescencia. Un tipo de diabetes que cada año, según la OMS, aumenta en todo el mundo entre un 2 y un 5%. Este aumento, además, es especialmente importante en los niños más pequeños.
Aquí el papel de las enfermeras escolares resulta fundamental para enseñar a vivir con esta enfermedad crónica y para facilitar la integración en el medio escolar del alumnado con diabetes informando, educando y apoyando tanto al niño como a los profesores. Según recuerda el CECOVA, “los colegios ordinarios también escolarizan alumnado con necesidades asistenciales especiales como los niños diabéticos o epilépticos y la solución que se ofrece ahora adscribiendo el centro docente al centro de salud más cercano no es una solución funcional porque cuando un alumno diabético sufre una hipoglucemia necesita atención sanitaria inmediata, rápida y eficaz”.
La presencia de una enfermera escolar, además de garantizar una atención sanitaria adecuada a escolares con patologías crónicas como diabéticos o epilépticos, serviría para educar a los más jóvenes en hábitos saludables respecto a la alimentación, el fomento de ejercicio físico y la prevención de adicciones, de enfermedades de transmisión sexual (ETS), de embarazos no deseados, de trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia. Este papel educativo ayudaría por ejemplo a reducir la aparición de problemas de salud en edades tempranas como la obesidad infantil, o los accidentes de tráfico, primera causa de muerte entre los adolescentes españoles.
Por estos motivos el CECOVA defiende que “el lugar idóneo para hacer una efectiva promoción y educación en salud son los colegios e institutos, siendo las edades tempranas de la vida las que se han demostrado más idóneas para ello”.