1.125 enfermeras realizaron la prueba del EIR en la Comunidad Valenciana, prueba que les da acceso a una de las 85 plazas de formación especializada mediante el sistema de residencia ofertadas en la convocatoria de 2017 para toda la Comunidad Valenciana.
Muchas horas de estudio y preparación que en nuestra comunidad autónoma tienen una recompensa relativa, ya que las únicas plazas de especialistas que se convocan en el sistema sanitario público de la Comunidad Valenciana son las de Enfermería Obstétrico-Ginecológica, es decir para matrona.
El resto de enfermeras que se preparan una especialización EIR en la Comunidad Valenciana no tienen por ella un acceso a ningún puesto diferenciado desde el punto de vista laboral, se quedan en el limbo dentro de la bolsa de trabajo para enfermeras especialistas de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública de la que luego no se crean las plazas correspondientes en los centros sanitarios. Una pérdida para el esfuerzo de cada profesional pero también de todos los contribuyentes, ya que se invierte dinero público en la formación como especialistas a unas enfermeras que luego no van a tener posibilidad de ejercer esa especialidad. Se paga, se sustenta pero no se recibe esa atención sanitaria especializada con la consiguiente pérdida para todos los interesados.
Cualquier reclamación tiende a ser rechazada con el argumento de los problemas presupuestarios, sin embargo el coste mensual de un especialista no va más allá de 30 euros adicionales en nómina que el de un enfermero generalista. Desde el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) insistimos en que bastaría con convocar plazas en las ofertas de empleo público (OPE) para que las enfermeras especialistas encuentren salida a su formación en la sanidad pública de la Comunidad Valenciana, que se inicie así el camino, aunque con la acumulación del retraso de todos estos años serán en principio insuficientes. Pero de hacerlo, todas las partes ganarían.