Los colegios de Enfermería de Alicante, Castellón y Valencia han acogido, de manera simultánea mediante ponencias in-situ y por videoconferencia, la tercera de las sesiones del Grupo de Trabajo en Vacunaciones del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA), dentro del programa formativo sobre vacunas y vacunología que han planteado para este otoño-invierno. Esta sesión se centró en la vacunación de adultos, el acuerdo de un calendario y la vacuna específica para la neumonía.
La jornada estuvo moderada desde Castellón por José Antonio Forcada, coordinador del Grupo de Trabajo, y comenzó con la ponencia de Sergio Fernández, FEA del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital de Sagunto, que hizo un repaso sobre el consenso de vacunación en adultos de la Comunidad Valenciana, partiendo de la evolución que ha experimentado la multirresistencia de las moléculas antibióticas. Para ilustrar la gravedad del problema habló de la noticia reciente de una mujer en Estados Unidos que había muerto por una bacteria altamente resistente; hasta 24 antibióticos diferentes se le habían administrado y ninguno funcionó. Frente a la gravedad del problema, dijo Fernández, hay que actuar mediante las vacunas y para ello se está trabajando por el consenso entre todas las instituciones responsables para lograr acordar un calendario de vacunación en adultos sanos.
Fernández también hizo un recorrido por los diversos niveles de efectividad de algunas vacunas como la de la gripe, la del neumococo o la de la tos ferina, contraponiendo los datos reales de su administración en la Comunidad Valenciana y los que deberían ser; por ejemplo, frente al neumococo, según reglamento de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, deberían estar vacunados los mayores de 65 años y es palpable que no es así. Frente a ello es importante que como enfermeras en nuestros puestos de trabajo localicemos los factores de riesgo (como tabaquismo, hipertensión, asma,…) y hagamos una labor constante y activa de información y concienciación sobre las vacunas, su sentido, el riesgo de no administrarlas frente a los beneficios/protección que aportan y por qué son tan importantes dentro de la prevención de enfermedades graves o mortales.
La segunda ponencia fue de Alejandro Cremades, enfermero de Salud Pública, perteneciente a la Unidad de Promoción de la Salud y Prevención de las Enfermedades y Deficiencias del CSP Elda, que desde Alicante habló del empoderamiento del paciente, de lo importante que es un reparto adecuado de papeles, dándoles la información adecuada sobre dosis, consecuencias, efectos y alternativas de las vacunas de las que deberían vacunarse y haciéndoles plenamente conscientes de lo que supone o no hacerlo en caso de que se encuentren en un grupo de riesgo.
En este punto se habló de la situación actual en la que algunas vacunas están financiadas por el SNS y otras no, pero sí recomendadas, quedando a la libre decisión del paciente asumir ese gasto o no. Cremades enfatizó el nivel de efectividad que tiene la vacuna frente a la neumonía, lo fundamental que sería actuar masivamente, ya que no es una enfermedad estacional, y la realidad en la que nos encontramos, que no hay cultura de prevención en adultos, así como sí se tienen coberturas muy altas para niños. Para lograr tasas de vacunación altas, según experiencias ilustradas por el ponente, la clave se encuentra en la actitud con la que les informamos, trasmitiendo la importancia de la vacuna con convencimiento de su seguridad y efectividad, ya que, afirmó “los pacientes confían en nosotros como sanitarios más de lo que muchas veces creemos”.
Como conclusión, Forcada habló del calendario de vacunación en adultos que ya se ha instaurado en la Comunidad de Madrid y en el que, según dijo Fernández, se está trabajando desde Conselleria.