La alcaldesa de Valencia ha confirmado que no va a derruir la estructura del antiguo hotel Sidi Saler y que está buscando proyectos para darle utilidad. Una respuesta que ha dado María José Catalá, ante la pregunta del presidente del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA), Juan José Tirado, quien ha recordado que el complejo abandonado podría albergar un recinto hotelero y residencial de referencia para la tercera edad.
La alcaldesa de Valencia ha participado como ponente en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea, organizado por Nueva Economía Fórum, y que ha contado con el presidente del Gobierno valenciano, Carlos Mazón, como presentador.
Sobre la creación de una residencia en el Sidi Saler, el presidente del CECOVA considera que debería ser 'hotel-residencia' “muy similar al que se presenta en la película 'El exótico Hotel Marigold'”. La idea es convertir la residencia convencional en un “centro neurálgico (de referencia) sobre la investigación y el cuidado en gerontología donde puedan acudir tanto estudiantes de universidades, como de formación profesional, a realizar prácticas e investigación, fomentando el autocuidado, las publicaciones y la aportación de aquellas empresas que puedan colaborar en nuevos materiales para suplir las deficiencias que puedan sufrir las personas mayores”, incide Juan José Tirado.
“Un hotel que asuma un régimen de autocuidados responsables”, según describe Juan José Tirado, quien matiza: “Consideramos que debería parecerse más a un hotel para mayores que una residencia clásica”. Tirado argumenta que sería la mejor forma de dar utilidad a la edificación que ya está distribuida acorde a las necesidades de una residencia de la tercera edad. El responsable del colectivo enfermero explica que se trata de “habitaciones con su servicio de baño unidas por pasillos” y recuerda que el antiguo hotel dispone de espacio para las cocinas y salones para celebraciones.
La propuesta pasa por que el centro sea público gestionado por la propia Conselleria de Bienestar Social, ante la evidente carencia de plazas de geriátricos públicos, aunque se podría dar en concesión a una empresa o a los actuales propietarios.