Miles de enfermeras y enfermeros de toda España (con una considerable representación de la Comunidad Valenciana) se manifestaron en Madrid con el claro objetivo de acabar con años de recortes y compromisos incumplidos por parte de las distintas administraciones públicas que, al contrario de lo que dicen en público, no destinan los recursos y medios necesarios para prestar la atención sanitaria y cuidados que requieren el conjunto de la sociedad.
Una afluencia multitudinaria de profesionales (más de 8.000 según la organización) de los distintos servicios de salud, además de pacientes, usuarios y ciudadanos/as que también quisieron manifestar su rechazo a la actual situación de precariedad de nuestro sistema sanitario y en concreto a la precariedad de la Enfermería. Con camisetas blancas y armadas/os con pitos, globos y con pancartas con lemas a favor de las mejoras necesarias para las/os profesionales de Enfermería, miles de personas recorrieron las calles más céntricas de la capital hasta llegar al Ministerio de Sanidad, donde pidieron a la ministra Carolina Darias que resuelva los problemas históricos de las/os enfermeras/os.
En la multitudinaria manifestación las enfermeras y enfermeros portaron carteles en los que se podía leer “enfermeras por la Sanidad", “Nuestra Sanidad no se vende, se defiende”, “Presupuesto deficitario castiga a los usuarios” o “Mas recursos y menos discursos”, con los que quisieron plasmar la absoluta necesidad de poner en marcha la medidas y actuaciones que mejoren y refuercen nuestro Sistema Sanitario.
Las principales demandas de los manifestantes fueron aumentar la financiación pública destinada a Sanidad, garantizar la seguridad asistencial de los pacientes y ciudadanía con una dotación adecuada y suficiente de enfermeras/os en todos los servicios de salud, acabar con las agresiones a los profesionales, incluir a las enfermeras/os en el Grupo A, sin subgrupos, y terminar con la precariedad y temporalidad.
Las enfermeras y enfermeros de toda España nos hallamos ante la grave situación por la que está atravesando la sociedad y el nulo reconocimiento que desde las diferentes instituciones públicas y privadas están haciendo en relación con la aportación específica e imprescindible de las enfermeras y enfermeros en nuestro Sistema Sanitario.
A lo largo de las últimas décadas, desde diferentes instituciones y sectores de la Enfermería, hemos ido trasladando a las autoridades sanitarias y responsables políticos, las grandes deficiencias que encontrábamos en nuestro Sistema Sanitario, así como la necesidad de un desarrollo efectivo de todo el potencial competencial de las enfermeras/os, con el fin de contribuir en la mejora de la salud y seguridad de todos los ciudadanos, haciendo más sostenible nuestro Sistema Sanitario. Situación que hemos visto agravada tras los más de dos años en los que hemos estado inmersos en esta terrible pandemia del COVID-19 y en la que hoy, ya nadie duda de las grandes debilidades y carencias que tenemos.
Muchas han sido las cuestiones planteadas desde nuestra profesión para contribuir en la mejora de la atención sanitaria, ante un modelo asistencial caduco, ineficaz e ineficiente. De forma prioritaria, los aspectos que tienen que ver con una adecuada planificación, desde la racionalidad de las necesidades reales de los cuidados que necesita nuestra sociedad de hoy y de futuro, con perfiles competenciales y dotación de plantillas que permitan dar una respuesta y atención sanitaria de calidad y seguridad, en la que no tengamos que sufrir ningún tipo de agresión, ya sea física o verbal, favoreciendo entornos laborales seguros y en las mejores condiciones para favorecer la dignidad profesional que todas las enfermeras/os se merecen.
De forma muy llamativa habría que resaltar la grave discriminación que sufrimos al no permitir que estemos considerados al mismo nivel en el Grupo A de la administración, sin subgrupos, limitando e impidiendo nuestro desarrollo y avance profesional, a pesar de que no existen diferencias en cuanto a nuestro nivel académico respecto de otras disciplinas. Asimismo, una apuesta decidida por aportar soluciones a los retos en el ámbito de la investigación y una adecuada formación de nuestros estudiantes.
Ha llegado el momento de pedir hechos y no sólo palabras. Las enfermeras y enfermeros tenemos un gran compromiso ante nuestra sociedad y siempre lo hemos dado todo, tal y como se ha demostrado en esta terrible crisis sanitaria y los ciudadanos en su conjunto lo han sabido reconocer. Pero los responsables políticos y autoridades sanitarias han ignorado sistemáticamente nuestros planteamientos y potencial profesional.
Por todo ello, la manifestación en Madrid ha supuesto una de las acciones que llevaremos a cabo en un futuro, en defensa de nuestra profesión y de la salud y seguridad de las personas. Queremos aunar las voces de todas las enfermeras y enfermeros y de los ciudadanos.
Desde las organizaciones convocantes de Unidad Enfermera se ha hecho un esfuerzo para que ese día la visibilidad la tenga la profesión, por lo que a nivel de imagen se ha decidido que no haya logos o eslóganes que identifiquen a las instituciones, organizaciones o asociaciones.