Montón y Marzà, los únicos culpables
Cuando ves en los últimos días que la detección de casos de diabetes se quiere pasar a los médicos de Primaria, que los farmacéuticos van a llevar a cabo el control de la medicación de las personas dependientes en sus domicilios y que no paran de aparecer noticias que quitan competencias y vacían de contenido a la profesión enfermera piensas que la cosa no puede empeorar. Pero por desgracia se ha hecho muy cierto el dicho de que si algo puede empeorar lo va a hacer y ahora van la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, y el conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicente Marzà, y quieren que los profesores de Secundaria pongan inyecciones a sus alumnos.
Ya nos preocupa este hecho por lo que a nosotros nos afecta pero lo hace mucho también por las consecuencias que puede tener tanto para la salud de los estudiantes como para la seguridad jurídica de los profesores por si pudieran incurrir en intrusismo profesional. Van a pinchar y son los encargados de valorar el estado de salud de los alumnos para decidir si llaman al 112 o si no, es decir, diagnostican. Un aspecto en el que creemos que nuestros compañeros los médicos también tendrían mucho que decir.
No sabemos si el conseller Marzà ha contratado un seguro de responsabilidad civil para los profesores en el caso de que lleven a cabo una actuación de tipo sanitario ni si alguna póliza la cubriría al tratarse de un cometido que está claramente fuera de sus competencias. Pero lo que sí que sabemos es que la comunidad educativa está muy cabreada con este conseller por muchos temas de tipo social y ahora lo está más por jugar así con la salud de sus hijos. Y lo que sí que sabemos también es que el CECOVA sí tiene un seguro de RC que cubre a las enfermeras que trabajan tanto en el sector público como en el privado en nuestra comunidad autónoma.
La atención sanitaria a la población escolar está reservada en exclusiva a las profesiones sanitarias reguladas en la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, que son las únicas con titulación y competencias asistenciales para inyectar medicamentos a nuestros alumnos. En ningún caso a los maestros. Ya lo dijimos el año pasado cuando se presentó el dichoso protocolo de atención sanitaria específica en centros educativos firmado entre las consellerias de Educación y Sanidad.
Realmente no sabemos qué es lo que le hemos hecho a estos nuevos dirigentes de la Comunidad Valenciana. Nos lanzan una carga de profundidad siempre que pueden, la consellera de Sanidad no va a casi ningún acto de Enfermería a pesar de que es invitada, siempre delega, no actuando así con otros colectivos, se empeña en potenciar un servicio privado como la farmacia en detrimento de una Atención Primaria que luego se llena la boca defendiendo, no nos tienen en cuenta en los equipos de valoración de la dependencia, no saben qué hacer con las especialidades de Enfermería, potencian al colectivo de técnicos sanitarios de FP en perjuicio de las enfermeras, impiden que las enfermeras escolares estén en los centros de educación… Es ya una larga serie de agravios que nos hace sospechar.
Señora Montón y señor Marzà, hagan el favor de ser sensibles a la seguridad de la salud de nuestros jóvenes estudiantes, a la tranquilidad de sus padres, a la seguridad jurídica de los profesores y cuenten con las enfermeras escolares en los centros educativos de la Comunidad Valenciana. No solo se lo pedimos nosotros y por fortuna nuestra histórica reivindicación ha calado en la sociedad y esto que han hecho se está volviendo en su contra. Esto que han hecho ahora clama al cielo y vamos a pedirles las responsabilidades oportunas en los tribunales. Miren por la seguridad jurídica de sus profesores y no nos obliguen a denunciarlos también por intrusismo. En su mano está y por fortuna todo el mundo sabe que, pase lo que pase, aquí la culpa va a ser de ustedes dos.
José Antonio Ávila
Presidente del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana