La Conselleria de Sanitat i Salut Pública ha remitido a todos sus departamentos de salud el nuevo Protocolo de Actuación del Personal Sanitario ante la Sospecha de Sumisión Química, que incluye los ‘pinchazos’ a los que define como un “fenómeno ha adquirido una notable relevancia por el incremento de los casos y su importante repercusión social y sanitaria”.
Este protocolo se suma y complementa al que ya publicó Sanidad en 2019 dirigido a la atención integral, sanitaria y judicial a víctimas de agresiones sexuales de la Comunitat Valenciana. En el documento, de veinte folios, se expone que “la sumisión química (SQ) consiste en la administración de sustancias químicas con efectos psicoactivos a una persona, sin su consentimiento y sin su conocimiento, con fines delictivos, con el fin de modificar su estado de consciencia, su comportamiento o anular su voluntad”.
El protocolo, sigue la estela del documento que ha redactado el Ministerio de Salud a propósito del aumento de estos casos y la alarma social generada, busca coordinar actuaciones entre el personal de Enfermería, el de cuerpos y fuerzas de seguridad del estado y medicina forense.
Personal de Enfermería
El texto, que incluye al personal de Enfermería en el apartado de la Conservación y Custodia de las muestras, establece que el personal de Enfermería de urgencias, encargado de la toma de muestras, almacenará en la nevera situada en la zona de Urgencias las muestras biológicas recogidas hasta su transporte conforme a la Cadena de Custodia. Además, se deberá cumplimentar, en ese momento, el FORMULARIO DE CADENA DE CUSTODIA DE MUESTRAS DE SUMISIÓN QUÍMICA (ANEXO III) en el que figura las firmas del personal médico responsable y de enfermería responsable de extracción y de supervisión.
El departamento que dirige el conseller Miguel Mínguez detalla en el nuevo protocolo cómo se debe actuar ante estas víctimas de ‘pinchazos’ o en las que hay sospecha de que han recibido alguna sustancia química para doblegar su voluntad, aunque aporta pocas novedades sobre la forma de trabajar que los sanitarios ya tenían definida por el protocolo específico de atención integral a las víctimas de agresiones sexuales de 2019 que ya preveía los casos en los que, para agredir sexualmente a una persona, se utilizaran sustancias químicas, por lo que la forma de actuar y, sobre todo, la necesidad de recoger muestras cuanto antes formaba parte del quehacer los profesionales sanitarios.
Se trata, por tanto, de una guía que aumenta la casuística con el apartado de sumisión química, como una forma excepcional de agresión sexual para garantizar la búsqueda de químicos a quien haya sido víctima de un pinchazo aun cuando no haya sospecha de agresión sexual.